Estoy viendo la terraza de un bar desde la esquina contraria de la calle, es curioso, conozco el sitio pero está cambiado; además de las innumerables mesas y sillas también hay hamacas, donde la gente está tumbada tomando cervezas.
Me fijo que en tres de esas hamacas están tres compañeros de trabajo, mientras aparece ante mí una conocida que me revela que uno de los compañeros va hablando mal de mí a mis espaldas.
Como venganza planeo coger una enorme piedra que hay junto a mis pies, acercarme por detrás, sin que me vean, y aplastarle la cabeza. No hay posibilidad de error.
Cuando me dispongo a ejecutar mi venganza me descubro mirando la playa desde la ventana mientras una mujer preciosa se me acerca, me besa y me dice que ha sido una noche maravillosa.
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| fotografía de Igor Popov |
